martes, 27 de diciembre de 2011

Como Es...

Sin palabras, sin gestos,
sin sonido, sin silencio;
así, así como es.

Así, torcido, con astillas,
dependiente de independencia;
así es, como es.

Claro, optimista,
esperanzado quizá, puro;
es, así como es.

Sin miedo, sin valentía,
lleno de coraje, lleno de duda;
así es, justo como es.

Sincero, Intrépido,
intenso como ardor,
simplemente como es.

Amor que vuela,
que camina, que corre.
Amor que espera,
que cree, que sueña.

Así como es,
sencillo, complicado;
amor de todos, de uno,
amor que ama...

martes, 20 de diciembre de 2011

Amarte...

Como colocarte una sonrisa
sin más alarde que una mirada,
como instaurarte sueños en el alma
con la improvisación de mis manos.

Amarte con los ojos cerrados,
a ciegas, mudo,
tan sólo con lo que se de ti,
sin tiempo, sin futuro, sin pasado.

Amarte los secretos,
lo intangible, lo que callas;
amarte con calor, con frío,
con Sol o con Luna, pero amarte.

Amarte los sentidos,
tu tacto que me acaricia,
tu voz hablándome en silencio,
tu vista inspirándome la vida.

Como ponerte mí aliento en los labios,
mis brazos rodeándote el corazón,
el universo y la existencia en las manos,
después del principio, después del final.

Papel y Lápiz...

Dos cafés,
gente aquí, gente allá,
papel y lápiz:
el mundo entero.

Ir, venir,
llegar, partir,
papel y lápiz:
libertad.

Un café más,
soñar, imaginar,
papel y lápiz:
latidos del alma.

Palabras, letras,
decir, hablar,
papel y lápiz:
paz...

Caminar, moverse,
hacer, deshacer,
papel y lápiz:
volar.

Reír, llorar,
amar, sentir,
papel y lápiz:
Vivir...

lunes, 19 de diciembre de 2011

De Ti, De Mi...

Intento aferrarme a tu sonrisa
para no perderme en tu mirada
y evitar ser presa del sentimiento
que aun siendo incierto, me atrae.

Nos sabemos el nombre,
algunos días y otras noches;
nos conocemos pláticas,
algunos gestos y otros ademanes.

Intento aferrarme a tu mirada
para no caer rendido ante tu sonrisa
y evitar perderme en el sentimiento
que quizá invento, pero me provoca.

Somos dos interrogaciones,
dos espíritus, dos mundos;
somos dos explicaciones,
dos almas, dos universos.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Vaivén...

Quedamos a merced del amanecer
que nos espera tras bajar del cielo
en el que convertimos la cama anoche;
ese cielo infinito, de caricias,
de sueños, de deseos compartidos.

Llenamos de sabor mutuo nuestros labios,
en cada beso creamos universos;
siendo nada más dos almas ingenuas
que se supieron en una sola noche
los secretos ocultos detrás del silencio.

Fueron vaivenes para memorizarlos
y en algún relato futuro,
afirmar ser dueños del cielo;
cielo tuyo y mío, mío y tuyo,
cielo infinito de tu cuerpo y el mío.

Somos víctimas del amanecer
que nos espera de brazos abiertos
para abrigarnos siendo uno aun
e iluminarnos la vista con destellos
de un sol también cómplice.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Te Dejo...

Un capullo suspendido en el viento,
de colores y formas fluorescentes
para grabarlo en tu retina;
hecho de retazos, pedazos de alma,
corazón y un grito a todo pulmón.

Mis locuras envueltas en palabras,
con la inspiración hecha trizas
y un racimo de suspiros con tu nombre

El reinvento de mi vía láctea
inspirada tan sólo en tu cadera
para poder convertir, sin prisa,
tu mirada y tu sonrisa al unísono
en el universo donde sé que existo.

Mis zapatos gastados de la jornada,
envueltos en el periódico de ese día
en el que te encontré atravesando mi camino.

Un reloj sin horas, sin minutos,
Un calendario sin días, sin meses,
una historia sin períodos, sin tiempo,
una vida sin luz, sin sombra,
el imposible de amar con lógica.

Mis madrugadas repletas del deseo
que me acerca, que me lleva a ti,
pero me tiene acá sólo pensándote.

jueves, 15 de diciembre de 2011

¿Para qué escribirte más?
si el amor no me cabe en un Te Amo
enmarcado entre pasta y pasta,
si cada verso grita a todo viento
presentes y futuros a oídos sordos.

¿Para qué esas grandes epopeyas
de una caricia abrazándote la distancia?
grandes odiseas, historia épicas
que entre sus líneas describen un amor
intentando dejar de ser palabras en papel.

Frases, párrafos, poemas interminables,
todo insuficiente, todo incompleto;
lleno del vacío de las letras inmóviles
que no han logrado abandonar el papel
para ser, en tus ojos, abrazos y caricias.

¿Para qué escribirte más?
si al leerme te mantienes lejos
sabiéndome tuyo, sin serlo;
si escribirte alimenta la distancia
y amarte por escrito dejó de ser suficiente.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Letra tras letra,
suspiro tras suspiro,
Verso tras verso,
noche tras noche,
palabra tras palabra,
verdad tras verdad,
uno, dos, tres años;
tiempo...

Letra tras letra,
silencio tras silencio,
sueño tras sueño,
ilusión tras ilusión,
deseo tras deseo,
verdad tras verdad,
una, dos, tres vidas;
tiempo...

Letra tras letra,
paso tras paso,
amanecer tras amanecer,
gesto tras gesto,
batalla tras batalla,
verdad tras verdad,
una, dos, tres existencias;
Esperanza...

martes, 29 de noviembre de 2011

Hay una belleza que va más allá, que trasciende,
que no depende de cómo sea vista por la mirada que la invade.
Es como una aurora boreal puesta en los ojos,
sin palabras exactas para describirla,
mucho menos para explicarla.

Hay una belleza que motiva, que llena,
que alimenta los deseos con el simple hecho de existir,
que no necesita maquillaje o vestirse a la moda para brillar,
para existir en un mundo que con injuria la limita a unas medidas,
la reduce a unos colores.

Hay una belleza que no cabe en su definición,
que acaba con cualquier vacío,
que espanta las sombras de las madrugadas al pensarla,
que abraza a distancia envolviendo de calor los sueños,
las ilusiones, las realidades.

Hay una belleza, tu belleza… que como ésta carta,
no tiene una lógica que fundamente los sentimientos
que nacen a partir de no un momento determinado,
ni de una acción recíproca o no, tampoco de un contexto
que obliga caminos a seguir.

Hay una belleza, tu belleza… que explica con lujo de detalles
las cualidades de ésta intención de estar cerca,
de incluirte un vago pensamiento con mí nombre;
esa belleza por la que me animo a meter las manos al fuego,
porque sé que existe, que está allí, que tiene miedo quizá,
que no comprende un amor que no se llama amor, sino que es amor,
vive de amor, existe por amor.

Hay una belleza, tu belleza…
que cuando estás frente a mí,
borra cualquier segundo pasado
en el que como todos los humanos,
se cometen errores;
esa belleza que no puede ser juzgada,
porque no hay cómo un argumento pueda intimidarla.

Hay una belleza que tal vez algunos cuantos más también perciben
y como yo, alimentan de ella sus sueños, sus deseos,
sus ganas de llamar tu atención; una belleza que dice tu identidad,
que grita a diestra y siniestra tu verdad, usando tu estilo,
tu nombre, tu sonrisa, tu espíritu.

Hay una belleza, tu belleza… que esboza con tu distancia y tu silencio
el por qué de este instante que te pienso, aquel otro momento que te escribo,
aquel tiempo que te espero para decirte un abrazo,
para pintarte un beso, para dibujarte un te quiero inmedible,
para regalarte la parte de mí que te pertenece.

Le puse ojos al sol
para alumbrarme una idea,
para poder verme
recostado en la vida
contando estrellas diurnas,
para iluminarme caminos
que construyen realidades
tan parecidas a un sueño.

También seduje a la luna
para apedrear soledades
que me acechan las horas,
para tenerla a mi lado
como aleada en el tiempo,
para escribir un poema
que pueda redimir el alma
y me haga vivir un sueño.

Me hago uno con los astros
entre pensamientos sugestivos
y la eterna duda mojigata
del sí, del no, del tal vez;
uno sólo con ellos
para abrazar el mundo entero,
para ser el mundo entero,
para ser realidad hecha un sueño.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Siempre te he buscado la mirada
para que me digas tu interior
y me declares sin temor alguno
todo lo que tu voz dice a medias.

Me he perdido en tus ojos oscuros,
fijos, clavados en mi apariencia
como afiladas navajas de acero
torturando la aventura del quizá
con el que quiero abrazarte.

Es la combinación de tus ojos
con tu mirada, con la forma en que ves,
con ese misticismo que brota de ti,
la llamada que atiende mi alma.

Es como ver a través de un cristal,
como verte la línea del tiempo,
como verte desnuda en el viento;
tu mirada me abre tus puertas
para verte sin nada más que tú.
Apareces en cada palabra que leo,
te leo como el sujeto de la oración
aunque el predicado no te acerca,
estás metida en las frases
de todos los poemas del mundo.

Te leo en la canción de la radio,
en la receta para la cena de esta noche,
en el anuncio de jeans de la tele,
en el panfleto del supermercado;
estas en cada letra que leo.

Tu nombre resulta de cada palabra,
como el anagrama de tu cuerpo.
Tu nombre en cada concepto
es la sintaxis de los latidos
que al leerte me provocas.

Puedo leerte en cada imagen,
en cada color, en cada pasillo,
en cada nube, en cada estrella;
puedo leer tu silueta desnuda
en cada suspiro de mi pecho.

Apareces en sonrisas ajenas,
en los pasos de otros,
en la apariencia de la vecina;
apareces, siempre apareces,
te veo, en todo te leo.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Somos ciegos al vernos,
como murciélagos sordos
librando cavernas de esponja,
sólo nos vemos reflejos ilusorios,
sólo somos reflejo de algo.

Somos mudos al hablarnos,
como el eco de un grito afónico
plantado a la mitad del desierto,
nos escuchamos quizá el silencio
intentando describir quienes somos.

martes, 22 de noviembre de 2011

No me alcanza la vista,
ciega, sin luz, estéril,
para verme sin ayer
sin antes, sin pasado.

No me alcanza la vista,
extraña, sin luz, impropia,
para verme con un mañana,
con un después, con un futuro.

No me alcanza la vista
sin deseos, sin fe, sin esperanza,
para verme justo acá, hoy,
sin miedo, sin temor, sin duda.

No me alcanza la vista
tan sólo para verme un poco más
y conocer mi nombre entero
detrás de como suelen llamarme.

No me alcanza la vista,
sin voz, sin aliento, sin aire,
para trascenderme el espíritu
dejando de ser, siendo, existiendo.

No me alcanza la vista,
no me alcanzan los sueños,
no me alcanza un suspiro,
no me alcanzan éstas líneas.

No me alcanza la vista
sin dejar de lado el tiempo
para olvidarme de quien soy
y llegar a ser realmente yo.
No hay problema si estás allá,
si estás tan lejos de éste verso
que el eco regrese sin tus oídos,
que el viento vuelva sin tu atención.

Es que sólo hay distancia en decibeles
que pueden esperar tu escucha
escritos sobre las blancas nubes
del cielo que vive sólo por ti.

Es que son sólo palabras
que suenan también en diferido,
por cable o letra cursiva,
palabas que dicen y vuelven a decir.

No hay problema si tardas en responder,
el silencio dice mucho por escrito;
en mayúsculas o minúsculas,
subrayado o resaltado con suspiros.

Es sólo el tiempo tomando aliento
para declarar verdades escondidas
en los rincones de tu esquiva,
para decir todo sin herir.

Es sólo sentimiento ignoto
destilando gotas de esperanza
en el cielo que vive por ti
y por tu silenciosa voz hablando.
Replegado a una diferencia estancada,
me convierto en un observador más.
Ciego de tanto ver,
sordo de tanto escuchar,
mudo de tanto hablar,
muerto de tanto vivir
esto que alguien se animó a llamar:
VIDA.

Señas que no se ven,
gritos que no se escuchan,
golpes que no se sienten
son la impotencia de las manos
en mis bolsillos.
Esta multitud de ideas explosivas
acumuladas en mi mente
debaten entre el sí o el no
de un tal vez.

Imponentes reproches
son la aplanadora de mi alma,
mi existencia quiere brillar
pero mi realidad la detiene.
Mis palabras son acción y movimiento
que no salen del papel.

Por un lado la vida
que todos conocen,
por el otro, la vida
que todos viven,
¿para dónde está la vida
que anhela mi ser?
Absurda avaricia de pruebas,
para demostrar la falsedad
de una verdad que pregona
mentiras.
Irónico sindicato emocional,
mengua cauteloso en secreto
los movimientos del pensamiento;
con esmero veda
la hemorragia de sentimientos,
resguarda celoso la esencia fértil
de la mística conducta humana.
Gritos de alegría,
murmullos de rabia,
palabras de esperanza,
risas de agonía.
Todo colapsa ante las murallas
del enemigo en que se convierte
la vida cuando se deja a la mente
tomar rienda de la carroza de existencia.

lunes, 21 de noviembre de 2011

El corazón no me late
porque lo diga mi mente,
no son sus palabras
las que inducen el pulso,
tampoco sus ideas,
ni las imágenes que inventa.

Eres tú disfrazada de pensamiento
quien provoca implosiones en mí,
la que tiene la fuerza para moverme;
como combustible en las venas
para impulsar más que latidos,
más que el pulso de mis pasos.

El corazón no me late
porque sea costumbre obligada,
ni por tradición ancestral,
no son esos motivos suficientes
para darle tempo al pecho,
tampoco para darle aliento.

Eres tú, tu espíritu soñador,
tus ganas, tus deseos, tus anhelos.
Eres tú como nadie más,
quien da razón al tic tac
que late fuerte en mi pecho,
quien inspira cada amanecer.
Mismo sol, mismo cielo,
y los sitios variando despacio
de forma o aspecto
pero son a la vez, lo mismo.

Un día antes, uno después:
antes para ese beso indescriptible
que dejó marcada toda el alma,
inamovible durante los tiempos;
ni Sol, ni agua, ni tú, ni yo
con la fuerza para olvidarlo.
Después, como el mañana soñado,
el infinito puesto en la mirada,
el cielo en cada abrazo, cada caricia,
nada más que todo vibrando en el pecho;
tú, yo, las estrellas, el universo,
principio y final, nosotros.

Un día cualquiera, al azar.
definitivo para sabernos
más que saludos y deseos.
Justo el destino marcado
en el calendario que nos conoce,
que nos dibuja, que nos inventa,
que nos acoge en su regazo
para darnos luz, darnos vida.

Mismo Sol año con año,
mismo cielo día con día,
los mismo sitios
cada madrugada,
cada puesta de sol.
Los mismos, tú, yo,
yo, tú, noviembre diez.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Siento cómo te dibujas en mi pecho
con esa sonrisa clara y radiante
con la que recitas vida al cielo,
siento tu mirada fija y directa
atravesando el universo entero
para depositar alegría en el cielo.

Siento cómo estás en mis manos
con el calor de tu alma
intentando rodearme el cuerpo
y sostener pasión al aire
para vivir entre los dos
más vida que todo el tiempo.

Siento cómo eres en la piel,
como esa nota al pié de página
que anuncia tu presencia, tu verdad;
siento cómo eres en los labios,
inherente al deseo de una noche
arropado con la desnudez de tu voz.

Siento cómo apareces y desapareces
entre silencios por escrito,
de la mano de palabras insonoras,
como quien fuera un fantasma
transitando callejones del corazón;
siento... te siento dentro de mí.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

De repente es que eres,
como destello en el cielo,
así de sencilla como luz
y el todo del átomo.

Tu sonrisa de sol y luna
dibuja marcas en mi retina
que veo incluso a ojos cerrados
y el calor invade hasta mis dedos.

De repente es que eres,
espontánea caminando tus pasos,
así, con más libertad y fuerza
que el propio viento de noviembre.

Tienes aroma a vida en el cabello
para llenar el vacío y el infinito;
aroma mezcla de tiempo y espacio
con el que hechizas mis pensamientos.

Tú, como las horas del reloj,
como los meses del calendario,
como los versos de éste poema,
eres eterna y fija en mi alma.

Tú, arrecife de los mares,
supernova de cada galaxia,
aurora perfecta de días y días,
eres musa de la misma existencia.

lunes, 7 de noviembre de 2011

En tus labios encontré tanto,
no fue nada más un beso;
fue la convergencia exacta
de la respiración del mundo,
la vida misma en sus pliegues,
la verdad del cielo justo allí.

En tus labios es perfecto el tiempo,
se conjugan los latidos del alma
como un todo completamente perfecto,
no queda espacio para nada más
que la sinceridad de tu calor
consumiendo mi aliento de a poco.

En tus labios pierdo el pulso
mientras me llevas a la cima
con sólo la esencia de tu aroma;
no encuentro aire, más que el tuyo.
Son como el reflejo del paraíso
acomodado en el desliz de tu sonrisa.

En tus labios hay tanto,
no sólo un beso, no sólo vida,
anhelo, luz, pasión, energía,
no sólo textura, aliento, miel;
hay amor, hay universo, deseo,
hay más, mucho más; estás tú.

jueves, 3 de noviembre de 2011

De usted la vi por primera vez,
entre tardes y noches de espera,
entre siluetas a lo lejos
y algún saludo a distancia.

De usted le hablé aquella tarde
cuando un tartamudeo se me juntó
con los pasos a medias y sudor de manos,
un escueto saludo y la mirada sonrojada.

De usted fue que nos conocimos,
de usted fue que nos llamamos,
así, de usted empezaron los momentos,
de usted aprendimos nuestros nombres.

De usted quisimos empezarnos,
de usted hicimos nuestras tardes,
así fue, de usted fue el inicio,
de usted quisimos acercarnos.

Sobre montañas y sobre abismos
le escribí las primeras notas,
entre gritos enmudecidos le pedí
acompañarme con esta canción.

Una carta sin palabras le di
para narrar con la melodía
una historia singular y sin parecido,
una historia que es sólo suya y mía.

De usted fue el primer beso,
de usted iluminamos esa noche,
así, de usted nos tomamos la mano,
de usted comenzamos el camino.

De usted nos compartimos abrazos,
de usted fueron nuestras las caricias,
así fue, de usted mezclamos mundos,
de usted intercambiamos sentimientos.

De usted nos enamoramos,
entre sonrisas exploradoras,
entre suspiros insinuantes
y algún pícaro movimiento.

De usted llegamos a amarnos
cuando nos dejamos sentir el viento,
con los brazos y corazón abiertos;
fue así, de usted y usted amamos.
Si eres tú, si soy yo,
dos como uno nada más.
Si eres tú,
somos pasajeros de una nube
llena de sonidos brillantes,
somos como agua, como tierra,
siempre eternos.
Si soy yo,
somos como fuego de luz
radiante y directa,
somos miembros activos
del carnaval del cielo.

Somos tú, somos yo,
amalgama de sonrisas
que enamoran, de abrazos
que dan vida, de sueños
inmortales.
Somos tú, como nadie,
como sólo tú y yo.
Somos yo, como nadie,
como sólo tú y yo.
Somos tú, somos yo,
secuencia infinita
como e, como pi.

Si fueras yo, si fuera tú,
siempre dos como uno.
Si fueras yo,
seríamos diferencia y sol,
uno Fe del otro,
otro paz de uno.
Si fuera tú,
seríamos armonía y luna,
milagros en los poros,
esperanza por las venas.
Si fueras yo, si fuera tú,
seríamos memoria, realidad y todo.

Fuimos tú, fuimos yo,
relámpagos en los ojos,
arcoíris como brazos,
ingredientes secretos
de nuestra receta perfecta.
Fuimos tú, como nadie,
como sólo tú y yo.
Fuimos yo, como nadie,
como sólo tú y yo.
Fuimos tú, fuimos yo,
soneto escrito en prosa,
libres como tú y como yo.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Silencio que no te callas,
silencio que no te quiebras
ni por escrito.

Silencio que me acompañas
incluso en los gritos
de mis pasos.

Silencio de media noche,
silencio del día entero,
aquí y allá me hablas.

Silencio, autónimo del viento
que me juega las ideas
enredadas en mis ojos.

Silencio que me persigues,
silencio que me acechas
todas las palabras.

Silencio que me amas
y abrazas los suspiros
en el frío de la noche.

Silencio, silencio, silencio...
amigo del alma, compañero,
casi eterno a mi lado.

Silencio que me atropellas
y huyes sin valor
para romperte en mis oídos.

Silencio que te has vuelto uno,
uno conmigo, uno sin mí,
mientras espero que te calles.

Silencio que no eres mío,
que eres de alguien más,
dime algo y vete ya.
Sensato inicio el del idiota
que sólo te piensa,
muerte, soledad,
que apareces sin más anuncio
que tu fuerza
entregando la delicadeza
y frialdad de tus caricias.
Dichoso idiota el que te domina,
muerte, soledad,
que te adueñas de cada suspiro
y eres ánima en busca de abrazo.
Muerte, soledad,
instructora de amor y fidelidad,
dadora de palabras verdaderas,
acércate a mí para vivir.

Dame no sólo palabras,
ni amor y fidelidad;
dame tu vida entera
para hacerla únicamente mía.
Dame las alas de tus víctimas
para volar yo más alto que tú
y me olvide de esperarte
cada minuto de mis huesos.
Que el tiempo sea sólo tiempo
y los recuerdos, recuerdos,
para no ser tú en vida
o seguir siendo tú, muerto.
Muerte, soledad,
que te pienso real
queriendo ser el idiota aquel.

domingo, 30 de octubre de 2011

Quizá tu soledad ya tiene nombre
después de la sonrisa que le provocas;
un nombre conocido por tu tiempo
y completamente improvisado en tu presente.

Es tal vez de mí un recuerdo
atorado en la necesidad de tu vida
por tocar las estrellas infinitas
sin traicionarte la conciencia.

Quizá tu soledad ya tiene nombre
para buscarme los destellos
disfrazándolos de alguien
que supones no puedo ser.

Puede ser que sea la verdad de tus deseos
o el capricho de tus pensamientos;
como acompañarte de mi presencia
en brazos que no son los míos.

Quizá tu soledad ya tiene nombre,
que sigue siendo "soledad" como la mía
y encontraste sólo una excusa
para tenerme sin tocarme.

Tal vez su nombre es mi paranoia
inspirándome un suspiro y un latido
para hacer de mi noche una madrugada
y de mi madrugada un día para pensarte.
Me da lo mismo ser hoy
o ser ayer,
me da lo mismo ser mañana
o no existir,
me da lo mismo ser tiempo
o ser espacio.

Me da lo mismo ser yo
o no serlo,
me da lo mismo ser vos
o no serlo,
me da lo mismo ser nadie
o ser todos.

Me da lo mismo ser lo mismo
o diferente,
me da lo mismo ser arriba
o ser abajo,
me da lo mismo ser amor
o ser odio.

Me da lo mismo ser querido
o desechado,
me da lo mismo ser viento
o ser lodo,
me da lo mismo ser luz
o ser capricho.

Me da lo mismo ser soledad
o ser tristeza,
me da lo mismo ser vida
o ser suicidio,
me da lo mismo ser todo
o ser nada.

sábado, 29 de octubre de 2011

Salvate De Mí...

Salvate a vos de mí,
de esta cadena perpetua
en mi alma;
salvate a vos de mí,
de este corazón
en prosa.

Salvate de mí...

Salvate a vos de mí,
de estas inacabables madrugadas
acurrucada en mi pensamiento;
salvate a vos de mí,
de este manicomio bohemio
que solo abre de noche.

Salvate de mí...

Salvate a vos de mí,
para que pueda irme por el tiempo
y dejar atrás, lo que es de atrás;
salvate a vos de mí,
para que pueda morir en paz
y nacer sin extrañarte.

Salvate de mí...
Yo no escribo guerra,
escribo amor.
Yo no escribo lucha,
escribo amor.
Escribo patria,
escribo tú y yo,
escribo Guatemala.

jueves, 27 de octubre de 2011

Hoy, como ayer,
pasa con la rapidez
de un pensamiento eterno;
se consume cansado y trillado
como el Te Amo escrito en prosa
que se repite y repite
desde ese día y el siguiente
y el que le sigue a ese
hasta el hoy que muere mañana.

Tiempo, dicen...
Sucesión de principio a fin
que revienta tímpanos
gritando su eternidad
a diestra y siniestra
por la habitación entera;
esas paredes que aprisionan
el incisivo Te Amo
del ayer inmortal.

Tiempo, dicen...
remedio casero para momentos,
indulto para el Te Amo
vibrante, de cuerpo y alma,
eternamente sensible
pero sin voz ni voto
en los oídos que lo oyeron
sin escucharle el ánimo
de reinventar hoy sin ayer.

Tiempo, dicen...
aforismo que cura los males
de una historia con medio principio,
y sin final; versión inconclusa
del Te Amo irreverente
con que se dibuja un futuro
tan real, como el pasado
que se asoma a la ventana
sin jamás haber existido.

Tiempo, dicen...
el punto y coma justamente necesario
para seguir diciendo el Te Amo
de cada noche y madrugada,
con palabras tan bien disfrazadas
que provocan sonrisas satisfechas
de los demás, los que no vivieron,
los que no llegaron ni a oler
el perfume que hoy crea recuerdos.

Hoy, como ayer,
nunca termina sin arropar
lo que queda de vida
del Te Amo inventor de motivos;
ese Te Amo propiedad de nadie,
que se ve al espejo
repitiendo mil veces y mil más,
el silencio en prosa
con que ama sin ver atrás.

lunes, 24 de octubre de 2011

Ella se parece mucho a vos,
la voz, los gestos, las sonrisas,
los ojos; esa mirada de sus ojos
que me llega al fondo del alma...
se parecen tanto.

Ella es como tu abrazo,
confortante, cariñoso,
lleno de magia; esa magia
que transforma sombra en luz,
que llena el vacío, apaga el frío.

Me conoce de norte a sur,
está en mis valles y praderas,
camina mis pasos, ríe mi alegría;
ella está en mí, como vos...
se parecen tanto.

Dice y calla las palabras
que yo también digo y callo,
piensa los sueños conmigo,
baja a pedradas la luna
sólo para dármela.

Ella tiene tu aliento,
tu entusiasmo, tu energía;
es como vos a mi lado
respirando ilusiones; esas ilusiones
que son invención de dos.

Ella es cómplice de mis deseos,
compañera de mis desvelos,
aleada de cada suspiro;
ella es todo sin serlo,
como vos... se parecen tanto.

martes, 18 de octubre de 2011

Acuerdo amnistía con la noche
para evadir, entre dos,
visiones acumuladas en el techo
del pasado futurista
que detiene los pasos de un nuevo mundo.

Ella y yo en plena guerra,
atragantándonos batallas
una sobre otra, sin vencer,
sin morir, sin sangrar;
luchas del abuelo y del nieto,
del día a día, de ayer y hoy,
de una idea y un sistema.

Armados de valor y nostalgia
desparramamos discursos victoriosos,
llenos de revolución vomitiva
para reformar el tiempo,
llenos de sazón proselitista
para imponer a fuerza, libertad.

Ella y yo convencidos de la victoria
ilusoria de un sueño hecho real,
seguros del amanecer triunfante
del pasado insistente
que muere sin morir.

Tengo trato con la noche
para ser uno y ganar,
para ser dos e igual ganar
el juego que jugamos de día;
en donde el pasado nos inspira
inventar el futuro sin vivir
el presente.

jueves, 13 de octubre de 2011

Este final no es meta,
ni se acerca a ser principio;
no es que piense nunca acabar
o que jamás me anime a iniciar.

Es la página que cierra
esta colección de meses,
de ideas, sueños y sentencias;
una página más que recoge
guarda o quizá atesora
delirios de una mente
que grita con grafito,
locuras de un corazón
que ama con metáforas,
desvaríos de un alma
que tiene palabras por alas.

Este final es arpegio de ilusiones
para preparar el cambio armónico
a la tonalidad del mañana
que se acerca tras cada paso,
es nada más que el espacio
que no queda en estas hojas;
Este final que no termina
tendrá nuevo aire,
un te amo, un vamos,
un somos, un todo
y un nada.

martes, 11 de octubre de 2011

Veintiocho vidas vividas,
veintiocho amaneceres, veintiocho anocheceres;
recuerdos huérfanos, sonrisas, alegrías,
cristales en el cielo, pasos en la tierra.

Vengo deportado del día que nací
hasta el día que respiro,
dejando primaveras incansables,
noviembres llenos de su ausencia,
deseos a los que no les llega su mañana
y alguno que otro capricho inconcluso.

Vengo de esa noche en la cama de mis padres,
de la victoria en la carrera al vientre;
vengo de un abrazo, una caricia, un amor.

Ya son veintiocho veces lo mismo
y cada una distinta,
ya son veintiocho afirmaciones
de que persigo treinta ejemplos
y un sobrino,
mientras veintiséis abrazos
se alían con quince inocencias
para ayudarme a seguir.

Ahora celebro el milagro que me trajo,
ahora soy un poco más de un cuarto de siglo,
ahora tengo más pasado que ayer,
ahora el futuro está a un paso menos.

Veintiocho poemas de doce meses,
veintiocho bienvenidas, veintiocho despedidas;
experiencias millonarias, Fe, esperanza,
estrellas en el alma, luz en la vida.

domingo, 9 de octubre de 2011

Amor del bueno,
del único, del romántico,
de ese sin la predicción
que lo aprisiona entre iguales
y lo mal forma, lo mata.

Amor del bueno,
del único, del apasionado,
del que es como es
y se entrega sin pedir
una vez y mil más.

Amor del bueno,
del único, del sincero,
del que transforma en filtro
la apariencia de los pasos
que caminan sin descanso.

Amor, amor...
ese que ama del principio al final,
de pies a cabeza los rincones del alma;
ese que no lamenta estar presente
ante el atroz olvido de la razón.

Amor, amor...
ese que nace de la perfección de lo improvisto
y se nutre de la picardía de lo espontáneo
para darse en bonanza a quien no piensa esperarlo,
a quien no lo inventa por tener compañía.

Aquel impensable para el necio
que lo llama por nombre y apellido;
ese imposible para el sabio
que presume la elegancia ignorante
de las palabras puestas de frontera.

Amor del bueno,
del único, del cariñoso,
de ese que acaricia sin tocar,
ese que se siente en la mirada;
amor del bueno, del real.
Somos dos
los que dicen y callan
universos de capricho.

Los que nos vemos a ojos cerrados
mientras nos inventamos;
detallando nuestra existencia,
paso a paso,
hasta ser lo que queremos.

Somos cien,
que nos conocemos
mundos de argumento.

Que nos escuchamos a distancia
para declararnos guerra sorda
y ganar, y perder;
simplificando la vida,
poco a poco,
hasta acabar con el propio silencio.

Somos muchos
los que amanecemos
similitud y diferencia.

Los que aquellos y estos,
unos y otros esperan impacientes,
despiden elocuentes,
sin saber esperar,
sin saber despedir.

Somos todos,
imperfectamente perfectos
como astros, como rocas.

Los que llaman nombres de luz
en tanto la sombra no lleve su nombre,
los que gritan libertad al viento
encadenados a la necesidad de libertad
y atados al milagro de ser cada uno,
de ser dos, cien o muchos.

Somos,
porque nunca seremos;
somos,
porque siempre hemos sido.

martes, 4 de octubre de 2011

En donde el tiempo no es distancia
y la distancia no es soledad;
hazme un lugar,
un sitio cualquiera.

Para verte amanecer sonrisas
de esas sinceras y llenas de vida;
hazme un lugar,
un sitio cualquiera.

Hazme un lugar,
un sitio cualquiera,
en el calor de un abrazo
o el embuste de una caricia.

Hazme un lugar,
un sitio cualquiera,
para ser tu respiración
o ser tu tacto.

Quizá sea en tus ojos,
en la mirada con que no me ves
cuando me poso en la ventana,
quizá sea en tu inconsciencia
que acoge sin pedir consentimiento;
puede ser acurrucado en la esquina
del infinito constante de tu mente,
justo al opuesto de donde escondes
los deseos y anhelos de tenerme,
tuyo, propio, con la imagen de ser
como soy pero no aparento.

Hazme un lugar,
un sitio cualquiera,
para algún día conocernos
o cruzar el mundo de la mano.

Hazme un lugar,
un sitio cualquiera,
en donde el pecado sea ignorarnos
o no vernos sea castigo.

Para acortar lejanía
de esa que une sólo en sueños;
hazme un lugar,
un sitio cualquiera.

En donde siempre seamos opuestos
y jamás estemos en contra,
hazme un lugar,
un sitio cualquiera.
Pinto huída
y corro nostalgia,
abrazado a la idea
de encontrarme perfecto.

Pinto huída
y corro pretextos,
vestido color gris
para disimular mi ausencia.

Pinto huída
y corro diplomacia,
contratando recuerdos actuales
sólo por olvidar el olvido.

Pinto huída
y corro supuestos,
cogiendo por los pies
necesidades de la cabeza.

Pinto huída
y ...
corro.
Tus ojos amarrados con nudo ciego,
mis manos queriendo alcanzarte…
tú allá con los pasos estancados,
yo acá intentando alcanzarte.

¿A caso no me ves?
¿no puedes abrir la mirada un instante?
¿a caso es de acero la venda de tu camino?
¿no sientes mi voz que te llama?

Tus palabras sólo mis oídos escuchan,
mis abrazos sólo esperan tu cuerpo…
yo acá con sueños para darte,
tú allá y la distancia entre nosotros.

¿A caso no me escuchas?
¿es tan fuerte la cadena que te ata?
¿a caso me convierto en silencio frente a ti?
¿no sientes mi vista rodeando tu sonrisa?

Somos tú y mi deseo,
somos yo y tu distancia;
almas impares que se llaman,
sueños unísonos que se esperan.

No seré yo quien te descubra los ojos,
para que me veas esperando por ti;
ni seré yo quien intente convencerte
para que salgas de tu escondite.

No serás tú quien me haga esperar,
para entregarte un beso;
ni serás tú quien intente forzarme,
para que mude mis pasos lejos.

¿a caso no te das cuenta?
la distancia no me deja amarte,
¿a caso mi voz se pierde en el viento?
te hablo mis ilusiones para darte.

Puedo darte mi tiempo,
entregarme a nuestro camino,
regalarte el universo compartido,
pero veme, acá estoy, veme.

viernes, 23 de septiembre de 2011

De pasta a pasta
quise convertirme en palabras,
pero el tiempo nunca cedió
y es necesario ya,
volver a escribirme.

No soy más que espectador
de mis propias letras,
puedo leerme en esas palabras
pero no puedo encontrarme
como cuando fueron creadas.

Sobre la marcha varios me han visto
escondido en los trazos de tinta,
metido dentro del papel,
como esencia, como el alma
del sentimiento allí escrito.

De pasta a pasta
quiero convertirme en palabras,
reinventarme en nuevos párrafos,
encontrarme renovado con cada lectura
y ser parte de quien me lee.

jueves, 22 de septiembre de 2011

De historia y relatos,
de así fue y así pasó,
de ir y regresar,
de cómo y por qué,
de esto y aquello,
de culpa y excusa,
de uno y otro,
de sueños y utopías,
de llevar y traer,
de empezar y acabar.

De principio y final,
de verdad y mentira,
de arriba y abajo,
de real y ficticio,
de gritos y cantos,
de alguno y nadie,
de blanco y negro,
de acá y allá,
de ilusión y fantasía,
de tú y yo.

De toma y corre,
de alma y cuerpo,
de milagro y pecado,
de agua y aceite,
de dar y recibir,
de tuyo y mío,
de caminar y volar,
de ganar y perder,
de dudas y preguntas,
de luz y sombra.

De eso somos...

miércoles, 21 de septiembre de 2011

La verdad es el ficticio
de asegurar conocerme,
es el retrato de lo que siento
con cada latido del alma,
es la prueba de que existo
plantado y atado a lo supuesto.

La verdad es lo que digo
cuando empiezo a mentir
esperando que me crean,
es aquello en mi interior
que exige salir a luz
para convertirse en mentira.

La verdad es el egoísmo
de tener la razón,
es el capricho del pensamiento
que intenta imitar la realidad,
es el orgasmo de una frase
dando Fe de la existencia.

La verdad es como todos,
que somos en un solo sitio,
pero estamos aquí o allá
dibujados en el habla,
en los gestos, en la mirada,
hasta en los pasos de los demás.

La verdad es la apariencia
con que nos mostramos
pretendiendo ser la imagen
que cabe en lo bueno,
que redime y paga el peaje
para tener voz, voto e identidad.

La verdad es la excusa perfecta,
la de todos y la de nadie;
esa lealtad sublime y sin mesura
a la pertenencia de un mundo
en donde ser es contradicción,
en donde obligadamente se existe.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Habrá palabras
que siempre querrán decir,
habrán algunas
que siempre estarán de más
y esas otras
que no llegarán a existir.

Incierto a toda luz;
a la luz brillante
de ojos inocentes,
a la luz única
de sonrisas improvisadas,
a toda luz, incierto.

Nunca está todo dicho,
aunque las palabras van y vienen
para engalanar una idea
con arpegios prosódicos,
para disparar un pensamiento
de los que llenan el vacío y dicen todo.

Habrá palabras
que nunca querrán decir,
habrán algunas
que nunca estarán de más
y esas otras
que siempre han existido.

viernes, 16 de septiembre de 2011

¿Y si no tengo palabras?
entonces fue balbuceo
aquella pasión para querer
no sólo marcar una equis
en el cartón de lotería.

Perdí la delicadeza
cuando me escupiste a la cara
la rectificación de que contigo
llegar a la esquina
solo es posible con promesas,
proyectos y estrategias televisadas;
cuando me dijiste idiota
pintando la esperanza
de naranja y rojo.

¿Y si cierro los ojos?
entonces mis pasos serán ficticios
para no encontrar el amor de aquel
que lanzó la invitación a caminar
para no llegar solo, ni acompañado.

No queda más que lo tóxico de mí,
recetando darte la espalda
para que te destruyas
al ver el reflejo de tu ignorancia
en los espejos que te dieron
por mancharte el dedo
con sangre y drogas;
obligando a ignorarte
antes que quieras pedir mi ayuda.

¿Y si digo el silencio que me sobra?
entonces es cuando inicia el final,
cuando la demagogia te libera
de esa magia melosa
con la que antes cautivó tus oídos.

martes, 6 de septiembre de 2011

Te veo intentando atravesar tu frontera,
te veo intentando acariciarte con la mirada,
te veo intentando pedirte que me veas.

Te veo como te escribo,
te veo como te leo,
te veo como te escucho.

Te veo lejos,
te veo distante,
te veo ausente.

Te veo para decirte algo,
te veo para dejar de inventarte,
te veo para acercarme a tu silencio.

Te veo con la intensidad del deseo
que alimenta estos sueños despiertos
de días y noches interminables.

Te veo con la locura descalza
que alienta esa posibilidad
de seguir pasos distintos, juntos.

Te veo con el ánimo incansable
que tu sonrisa lleva en el camino
y tu silueta deposita en la mirada.

Te veo para encontrarte en el camino,
te veo para darte un abrazo ciego,
te veo para sentirte un beso.

Te veo acá,
te veo cerca,
te veo presente.

Te veo como te admiro,
te veo como te pienso,
te veo como te amo.

Te veo queriendo evadir tu evasión,
te veo queriendo estar en tus ojos,
te veo queriendo de verdad, me veas.

domingo, 4 de septiembre de 2011

De frente nos encontramos,
con la mirada alta,
desconocidos sin nombre;
Sin palabras en los labios,
ni frases en los pensamientos
para decirnos uno u otro.

Pasaron milenios para vernos,
pasarán milenios para vernos,
de principio a fin opuestos iguales;
atrapados en las paredes del cuerpo,
libres sobre el límite de la conciencia,
milenios después de conocernos.

Hay guerra entre nosotros,
batallas sobre la mesa,
mensajes póstumos de quienes fuimos
antes de ser lo que somos.

lunes, 29 de agosto de 2011

Me desligo de mí,
siendo el que está frente a frente
con alguien que soy.

Sólo me veo ser,
solo en una alucinación
en la que me respiro azul
rodeado de las sombras
que también soy.

Me escondo de mí,
para mostrarme idéntico,
para saberme distinto.

Puedo tocar mis pensamientos,
tomar en las manos mis ideas,
hacer maquetas de mis palabras;
puedo ser y dejar de serlo,
para seguir siendo
un compendio de orgasmos melancólicos
que llevo colgados al cuello.

Me encuentro dentro de mí,
como ese inquilino extraño
que sabe más de lo que se de mí.

Sigo de cerca los pasos que doy
en el camino de ese alguien que soy,
para conocerme en el instante,
justo, en que siendo dejo de ser,
para toparme con quien soy.

Me veo a mí,
sentado a lo lejos,
soñar con descubrirme.
Está ese algo
que debe ser dicho,
escondido entre un latido
y otro.

Ese algo que tiene vida,
enciende hogueras de ideas,
empuja con desmesura,
incluso, los latidos por venir.

Está, allí está ese algo,
confundido entre palabras,
ganas y silencio,
enredado con latidos pasados.

Ese algo que tal vez muere,
pero vive constante
atravesado en las entrañas
de cada latido.

Está ese algo
que exige la expulsión
total del pecho
para ser latido de nuevo.

Ese algo monótono,
resultado del abrazo ausente,
consume más que tiempo
y separa un latido del siguiente

Está, allí está ese algo
que es alguien ya sin nombre,
pero es nombrado
una y otra vez por cada latido.

Ese algo,
ladrón de horas,
dueño de años,
cada latido del alma.

Está ese algo
de silueta afrodisíaca
que llena día y noche de sudor
los latidos que es.

Ese algo perpetuo,
inamovible;
ese algo que debe salir
para quedarse.

Está, allí está ese algo...

martes, 23 de agosto de 2011

Conté las horas desde el inicio del día
esperando por el momento justo,
dándole alas al abrazo que invento
entre cada movimiento de mis brazos
que intentan llegar a tu cuerpo.

Soñé con el momento para estar junto a ti,
solos, en silencio, estáticos,
con el corazón palpitando a mil,
sin saber la distancia y la fuerza
para mantener la cordura.

Esos minutos se alargaron como el día
mientras redactaba una caricia de tinta;
esas horas fueron segundos
mientras consumía el lápiz
para entregarte un beso hecho palabras.

Para ver cómo te autodestruyes
contradiciendo de afuera a adentro,
de adentro a afuera, lo que es saberse;
como taparle el canto a la Luna
o pintarle sombras al Sol.

Para ver cómo te escondes
detrás de un silencio tan inculto
como un sabio hablando de más,
detrás de la pantomima cotidiana
inserta en la realidad impuesta.

Para ver tu absurdo
intentando llenar esquinas
acaecidas de niebla común;
intentando llenar vacíos inventados
para tener motivos de consigna
y encontrar en lo falso, algo real.

Para ver tus alardes
que buscan llegar al infinito,
pero que llegan tan lejos
como una excusa vomitada
en defensa del cinismo,
de la mentira y del egoísmo.

Para ver como finges orgasmos
convenciendo de a poco,
usando palabras sin sentido,
a las huellas que dejaron
los pasos transitados ayer.

Para ver cómo te ocupas del tiempo,
del ayer, del hoy y quizá del mañana,
levantando victorias bastardas,
resultado del engaño infringido
intencionalmente y sin remordimiento.

Para verte siendo parte voluntaria,
detengo los pasos a distancia,
para verte desaparecer,
abro bien los ojos;
sólo digo el silencio que mereces
y hablo hacia adentro un puede ser.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Sin embargo,
el óxido de las palabras
provoca pensamientos alusivos,
condecora recuerdos, a saber de ambos,
parte del tiempo absurdo
que ahorca los días.

Es como poner la soga al cuello,
para asfixiar cualquier aventurada plegaria
a un cielo conveniente;
sin embargo
sigue en pie el mismo discurso.

A fuerza de costumbre,
es la distancia perfecta religión
para separar un mundo,
tan igual y opuesto, que de lejos,
es el mismo; que cerca,
es el mismo.

Sin embargo,
poco a poco, se petrifican memorias,
tatuadas de sentencias inequívocas,
perpetuadas con la sangre podrida de palpitar,
como el mismo óxido que brota de las palabras.

Es como tirar del gatillo
para acabar lo que ajenos llaman dolor
y hacer de ese momento,
monumento meritorio de gloria;
sin embargo,
resulta nadie y nada
lo que fuera de la luz del alma existe.

martes, 9 de agosto de 2011

Teniendo de sobra un precario reclamo,
todo apunta de nuevo a duda,
a zozobra indefinida y ansiedad predestinada.

Cambios impropios con esperanzas dependientes,
esparcen sólo un sabor incierto
como provocando intentos de sentimiento
cubiertos por más y más argumentos,
que buscan el placer del pensamiento.

Se supone un regreso arrebatado,
precoz, invariable,
a un tiempo pasado insípido,
contaminado de recuerdos
que acechan incansables,
el presente.

Se supone apariencias incompatibles,
de esas que son opuestamente iguales,
complemento invisible de uno y otro,
esas que no llegan a tener futuro programado
o mañana paralelo a exigencias presentes.

Resulta sin comprensión
y desaparece el ímpetu del llamado,
que una vez hecho,
es solo la sombra de un deseo,
el ayer del mañana anhelado.

lunes, 8 de agosto de 2011

Llegando, así por así,
justo cuando el reloj marca,
cuando decide que es tiempo
para que suceda que todo se detenga;
vida es, llegar.

Será la vida que nos detiene
a golpes y empujones,
un signo, una marca en la frente,
un sello jamás permanente.

Será la vida que nos persigue,
un aliento más lleno de miedo
que el respiro justo y necesario
lleno de valor.

Siendo, nada más,
entre dilemas y claridad,
como debería no evitarse
o de supuesto correcto;
duda es, ser.

Entonces convicciones,
influenciadas por el nadie existente,
son, de a poco, motivo y excusa
parásito en la conciencia.

Entonces vaivenes
independientes agrupados,
son, por mucho, resultado y consecuencia
cadena de la libertad.

Llegando a ser,
siendo para llegar;
muertos estancados,
vivos esclavos.

Interpretamos ser y llegar,
explicamos llegar y ser;
vemos ciegos los pasos
para creernos bien.

Llegando, así por así,
justo antes de poder ver
entre líneas equidistantes,
somos vida.

Siendo, nada más,
como ley natural
ante supuestos impuestos,
somos duda.

domingo, 31 de julio de 2011

Ya no se hablar de tiempo;
han pasado tantos momentos
y ¿para qué?,
tantas pláticas de nadie a nadie
y ¿para qué?

Necesario, de más, quizá haga falta,
para tan sólo llegar a tener idea
de cuán fuerte e inútil ha sido
esta embolia de pensamientos;
para tener noción alguna
de la débil y siempre útil esperanza
que ha estado sin condición.

Desde el día exacto
han pasado más años que segundos
y los minutos son mayores que los meses;
desde el día exacto
ha sido un instante eterno,
suficiente para saber el dato justo,
pero también para perderse en la cuenta
que pretende hacerse límite.

¿Para qué el idilio?
¿para qué la locura pensativa
de noche tras noche?
¿para qué la enferma espera
de amaneceres acompañados?
¿para qué nada?
¿para qué todo?

Ya no se hablar de tiempo,
pero su reclamo insiste,
confina los latidos uno a uno
para que el aliento no diga
el escueto y moribundo Te Amo
que vive aún en el centro del alma.

Suelen ser recuerdos
quienes dan vida al hubiera,
mientras ilusiones
consignan el puede ser,
pero ¿para qué?.

A veces acciones muertas,
otras palabras mudas
y de repente imágenes fratricidas,
las que carcomen el ego,
hunden a cañonazos la confianza,
exterminan con veneno la Fe,
sólo para satisfacer necesidades
innecesarias.

¿Para qué preguntar?
¿para qué saber del final
que empezó ese día?
¿para qué preguntar
respuestas que me deben?
¿para qué inicio?
¿para qué final?

Ya no puedo hablar de tiempo,
si es sólo distancia,
es sólo excusa, sólo pretexto.

miércoles, 27 de julio de 2011

Deja de ser insípido
cuando el vuelo no sólo llega al cielo,
deja de ser monocromo
cuando el suelo es cielo bajo los pies.

Deja de ser vacío
cuando el cielo pasa de límite a hogar,
deja de ser solitario
cuando el cielo se convierte en latido.

Deja de ser queja
cuando la mirada no ve el cielo, es cielo;
deja de ser sueño
cuando las palabras no dicen cielo, son cielo.

Quién buscaba ser hombre en el tiempo,
no es más que nombre y apellido sin vida;
ser mujer en el encierro del espacio,
no es más que estadística en blanco y negro.

Es más que un intento esmerado,
más que memorizarlo y repetirlo;
es menos, mucho menos que creerlo,
menos que el esfuerzo de intentarlo.

Tan sólo pasa como es,
sin paráfrasis ni hipótesis;
pasa como debe pasar,
deja de ser utopía.

domingo, 24 de julio de 2011

Las horas que me persiguen
me abrigan la mañana;
en cuanto el sol aparece
se me extienden como hiedra
por los pensamientos,
en los pasos, en las palabras.

Ya no es sangre en las venas,
es veneno fatal, asesino,
verdugo de ideas.

Esas horas me señalan,
apuntan al impulso recién nacido
para acribillarlo, torturarlo;
se me acercan al intento
y lo apuñalan a traición,
acaban con todo lo poco nuevo.

Casi suicidio es cada paso,
cada movimiento: casi muerte;
cadena perpetua en el paredón.

Todo desaparece cuando las horas me tocan,
cuando las horas me llegan al presente;
acaban de golpe cualquier efecto,
cualquier reacción que invente
y muere sin remedio posible
el plan envenenado en mi cuerpo.

Al final solo queda razón para vivir,
sólo los motivos para respirar;
queda la vida sin estorbos,
acompañada del ánimo inmensurable
que dejan las horas luego de fusilar
la bastarda fascinación de hacerme mal.

sábado, 23 de julio de 2011

Puede ser,
que no sea necesario
velar día y noche
la partida de un sueño,
que no exista el final
de la ilusión pasajera;
que el hombre sea fantasía,
inmortal, real.

Puede que el día sea falso
en torno a lo que dicen las palabras
y que aparezca rodeado de silencio;
que la realidad se haga la importante
para privar lo que si existe,
para mutilar de brazos y piernas
la intención de la vida por vivir.

Puede ser,
una respuesta sencilla,
un compendio de balbuceos;
las estrellas y su galaxia,
el sol y sus ganas.

Puede que sea cambio,
un nuevo comienzo,
una anécdota sin pasado,
la ruta de evacuación,
el anexo del cielo.

Puede ser,
que esta vez pase de largo
y la siguiente abandone el intento
de ser llamada vez;
que la oportunidad falló el blanco,
confundida entre la mente y el espíritu.

Puede que sea eufonía
disgregada al viento,
como besos y abrazos sin dueño,
como caricias olvidadas;
que este principio de nadie,
sea el final de nada.
Amaneceres, tardes, noches,
días que pesan, mañanas que nunca pasan;
al contrario, empieza.

Gestos, palabras, actos,
ademanes que callan, señas que mienten;
al contrario, empieza.

Colección de motivos insinuantes;
incógnitas nacen huérfanas,
respuestas inocentes condenadas.

Verdaderamente triunfo racional
de supuestos suicidios emocionales
por el correr del tiempo.

Al contrario, empieza;
batalla contra el tiempo y distancia,
contra fantasmas melancólicos.

Resistencia emocional,
soluciones del alma,
ahora, empieza...

domingo, 17 de julio de 2011

Me volvió a amanecer el sueño
con tantas ganas de lograr,
de predicar la libertad de mis alas
y entregar el abrazo que debo.

Me amaneció el pensamiento
estrellado en el techo ahumado
que me escuchó la noche entera
tirarle plegarias al cielo.

La madrugada que apenas termina
me cantó utopías palpables,
recitó utopías posibles,
utopías, imposibles, quimeras.

Amor, guerra, llanto, paz,
tanto y nada;
odio, alegría, razón, esperanza,
poder y flaqueza.

El sol se me coló en la mirada
para llevarse el delirio
y ponerle su luz al pacto que firmé
con la luna que me espera a la noche.

Me llegó el día a la ventana
entre las fantasías de mi mente,
copando las ilusiones
que ataban las ganas de decir.

Me volvió a amanecer la inspiración
con tanto para entregar,
para recibir, para hacer;
y levantar los pasos una vez más.

jueves, 14 de julio de 2011

Te me vuelas en la mirada,
perdiéndote entre lo real y lo ficticio,
como gritos mudos para ciegos
y vida sin vida.

Eres tú, como siempre,
pero dejaste tus ideas en algún lugar;
no lejos, no cerca,
justo allí en donde son, sin existir
y esperan volverte a ver
para alborotarte el pensamiento,
dibujarte de nuevo,
para existir con tus pasos.

No sé si te hablo o es a la imagen
que voló por mis ojos,
no sé si me escuchas o soy yo
escuchando lo que digo.

Te me vuelas en la mirada,
fáctica, inherente,
relativa;
pasas aferrada a recuerdos,
persiguiendo futuros,
pero sin presente.

Eres tú, sin dudar,
eres tú, creándote para desaparecer
ayer y mañana,
disimulando destellos.

viernes, 1 de julio de 2011

A veces de giro mortal,
otras tantas con ademanes sencillos;
todos agendados,
apretados, arrinconados,
quizá alguno mutilado.

A veces son ese abrazo necesitado
la madrugada que despierta de golpe,
otras la patada anhelada
la noche anterior.

Estrellas fugaces,
flores de jardín;
sonrisas ajenas,
cielo sin nubes.

Trasiego de ideas caleidoscópicas,
ideas que dan vida a los imposibles,
a la distancia, a la oscuridad;
ideas impropias de la realidad.

Ángeles sin alas,
aves,
mares dulces.

A veces sin pensarlos,
otras a la fuerza;
enfilados sin turno
para ser y no ser después.

A veces son alas,
otras cadenas;
igual vuelan, igual atan.
Son por dentro, reflejados en la mirada;
viendo tan allá,
que son utopía de todos.
Son por fuera, vestidos de traje;
luciendo tan fácil,
que son parte de todos.

miércoles, 22 de junio de 2011

No te aferres,
no renuncies,
no pares,
no sigas,
no digas,
no pienses,
no calles,
no hables,
no cambies,
no te asustes,
no critiques,
no sueñes,
no te arrepientas,
no empieces,
no indagues,
no camines,
no esperes,
no veas,
no escuches,
no te resignes,
no te esfuerces,
no te ilusiones,
no te prepares,
no estorbes,
no sientas,
no hagas,
no llores,
no te escondas,
no te expreses,
no sonrías,
no grites,
no te muevas,
no vivas,
no mueras,
no cantes;
solo sé.
Alguien dice,
alguien calla;
fantástico silencio ensordecedor
arrebatando el aliento
de suspiro en suspiro.
Todo pasa entre lo profundo del mar
y lo inmenso del cielo,
mientras el que dice calla,
mientras el que calla dice;
pero se mantiene el perpetuo silencio,
ese silencio que nadie, jamás, escucha.

Todos dicen,
todos callan;
atroz bullicio insonoro
sonriéndole al común
para mostrar su patria potestad.
Hay algo que siempre queda metido
entre la razón del pensamiento
y la razón sin lógica,
mientras los que dicen callan,
mientras los que callan dicen;
esa bulla que todos, eternamente, predican.
El pecho me late tranquilo
y las neuronas palpitan atormentadas;
cada noche, madrugada, cada amanecer.

Lover sin love
improvisando palabras;
cada noche, madrugada, cada amanecer.

Me llueven deseos en os ojos
y la mirada tan seca como Atacama;
cada noche, madrugada, cada amanecer.

Loco menguante
desfigurando realidades;
cada noche, madrugada, cada amanecer.

Tengo de todo lo que me sobra
y no alcanzo a cubrirme los sueños;
cada noche, madrugada, cada amanecer.

Valiente en fuga
dejando atrás el wish;
cada noche, madrugada, cada amanecer.

Acá me quedó el palpitar
y allá se me fue el pulso...
hope so...