Semejante estupidez... Culparte de mi desaire al encontrar en tu adiós un dardo que se clava en mi pecho, cuando tu adios son solo palabras de tu boca, más no de tu corazón.
Semejante estupidez... Culparme de tu ausencia al descubrir en este vacío esfuerzos sin resultados, cuando todos los esfuerzos trajeron su resultado, y no fue tu adiós.
¿y que si me equivoco? Semejante estupidez habría sido no pensarte, no escribirte o no cantarte. La voz del pueblo te gritó al oído que no es posible, opacó mi voz y la nombró "semejante estupidez" sin notar que mi amor hasta los sordos lo escuchan.
Semejante estupidez... Culpar al mundo de ser como es al hallar en su vientre celos sin sentido, cuando nadie comete falta al desear ser amado como yo te amo.