lunes, 28 de febrero de 2011

Odio verte de reojo,
disimular indiferencia,
definir distancia.

Odio pensarte a escondidas,
escribir tu nombre en blanco,
inventar tu voz con mis palabras.

Odio este juego que jugamos,
tú allá y yo acá
separados por "madurez".

Odio obligarme a huir,
buscar camino en contra,
llevarme a donde no estás.

Odio los asaltos de impaciencia,
la intransigencia de tu ausencia,
el desacato de tu presencia.

Odio odiar tanto en torno a ti,
tenerte solo en palabras,
la rutina de extrañarte.

Odio que no es odio,
tal vez tedio de no estar cerca
o quizá soledad.

Odio que no es odio
sino necesidad, no de ti
ni de mí, de no nosotros.

Odio que no es odio,
que no es odio,
que no es odio...
Y de nuevo se escuchan
los pasos, uno detrás del otro,
que pretenden llegar
a ningún lado,
gritando, gimiendo,
cansados y llorados;
pasos que caminan por caminar,
que caminan por tradición,
trayendo luchas pasadas
a las consignas de hoy,
para hacer del mañana
un ayer no vivido.

Caminos intransitados
se dejan oír marchando
a un redescubrir manchado
de sangre.

Causas buscan revolución,
escondidas en el alegato eterno;
ideales de muertos delante,
huellas ebrias detrás.
Como jaurías encimadas
sobre la carroña del podes,
pordioseros recogiendo migas
para hacer castillos de mierda,
espolvorean promesas endosadas
a nombre personal,
ruegan, exigen,
resarcimiento material.

Absurdos.

Ingenuos.

Trayectos innecesarios
para avanzar y alcanzar
el final.
Final no programado,
improvisado quizá;
final de todos y no de uno,
necesario para pagar deudas,
enmendar errores
y cometer los propios,
para caminar los caminos
que inician acá
y no parar hasta llegar.

viernes, 25 de febrero de 2011

Veme, justo después
de verme por primera vez,
toma mi mirada,
ponla en tus ojos;
intenta lanzarme un guiño
para entorpecer mis pasos,
regálame una sonrisa escurridiza
para que dude por fin
del pasado.

Veme, soy ese alguien
que te espera sin saberlo,
inconciente del impulso
constante y efímero,
autor de estas letras;
consciente de las palabras,
de su poder, de su fuerza
para trazar diferencia
del pasado.

Veme a través del tiempo
por la ventana del pensamiento,
con los ojos cerrados
y deja tan solo un instante
que mi imagen se dibuje
en un rincón oculto a la vista,
pero a la mano para que tomarla
con el alma y traerla
del pasado.

Veme, no soy pasado,
soy hoy,
aunque ayer te conocí;
ayer cuando no sabía,
cuando ignoraba quien eras
y tu camino distaba
del mío.
Veme, justo antes del olvidarme
invítame a dejar el pasado.

lunes, 14 de febrero de 2011

Escribirte...
Amada... ¿a caso amarte
es posible?
dedicarte párrafos y líneas,
líneas y párrafos;
¿latifundios mágicos?
¿océanos encantados?
azulejos pulidos y esmerados
atañen las cumbres
de pensamientos, convirtiéndolos
en nueva roca pulida,
para darte nombre, seguridad,
soporte y eterna memoria.

Escribirte...
Amada... ¿podré hacerlo
por siempre?
si mis palabras son tiza
en papel, papel en la nada;
¿obsesión literaria?
¿musa estereotipo?
banalidades de cuerpo y alma
hastían el umbral
de los sueños, dejando
las palabras hechas nada,
para darte viento, vacío,
oportunidad y verdadera improvisación.
Apenas logro distinguirlo,
se ha evaporado poco a poco,
consumiendo también parte de mí;
pero sigue allí,
motivando sobresaltos
al darme cuenta
que es tu silueta la que veo.

Sigue dejando mensajes esporádicos
clavados en mi pecho,
a veces robando mi atención eterna;
diciendo en algún esperanto
palabras que no dejo de escuchar
sin entender,
traduciendo quizá lo conveniente.

Al final, puedo asegurar:
eres tú...
eres tú la dueña del Te Amo
en mi alma, eres tú
a quién extrañan mis brazos;
eres tú, ayer y hoy,
ojalá mañana también.

Aunque te alíes con la distancia,
con el silencio y la indiferencia,
aunque no sean tus labios
quienes besen los míos,
aunque termine este jueves
y te pierdas con él,
espero sigas siendo tú.

Tono obsesivo, intimidante,
lanzamiento precoz y malintencionado,
de ímpetu negligente, egoísta,
abusivo y tan ofensivo como insulto.
Disculpa...
Ironía tal vez, pero quédate así
que esta vez me enamoré de tu ausencia.
Vida,
anexo existencia,
gloria decadente;
fugaz,
pensamiento absorto
de los vástagos cotidianos.

Vida,
rimero de obstáculos,
plusvalía de tiempo;
eterna,
voz repetitiva y ajena
estancada en costumbres.

Vida,
coagulo de emociones
inservibles y necesarias;
egoísta,
mandato alienable,
absurda obligación.

Vida,
quehacer oneroso,
respirar ingenuo;
única,
desperdicio de aliento
dejar de vivirla...
Disimular, quizá...
amnesia necesaria:
contacto surrealista.

Caprichoso desden
en banderas compactas
de realidad.

Disimular, quizá...
Olvido programado:
excusa puesta en vano.

martes, 8 de febrero de 2011

Desperté ahogado en un huérfano
grito orgásmico;
delirios de media noche,
poemas devotos al deseo.

De ti, solo tuve tu ausencia
acompañando el gemir
de mis manos delineando
los secretos de tu imagen.

Sabes que no estuviste
pero fuiste la única,
sabes de mi soledad
y aun así, huelo a ti.

Quizá memoricé la desnudez
de tu vientre para mí,
quizá fueron tus ropas
cayendo de mi memoria.

Tal vez, solo tal vez,
escapaste un instante de tu sueño
para dejar en el mío,
el sabor de tu cuerpo.

Sin embargo, desperté puntual
para la cita con el olvido
que me recetas cada día,
para encontrarte en el ayer.

¿Cómo explicarlo?
¿cómo entender
de tus besos abstemios
el placer de amarte?
Esta tarde parece no ser suficiente,
con la emoción a medias intentando
llenar un abismo, para tomar
con las manos ese rayo de sol
errante y vagabundo.

No es suficiente para acogerlo,
para hacer del pecho su prisión,
de los pensamientos su fuerza,
un gesto como su valor
y de las palabras su libertad.

Simplemente dejó de alcanzar
este momento, tiempo que desaparece
tiempo, minutos terminados,
segundos sin empezar, siempre
convertido en nunca y nada pasa.

Entonces fuerza,
decisión,
dominio voluntario;
movimiento con solución
dramático eficiente.

Es la misma tarde sin medida;
avanza deteniéndose,
acaba sin llegar.
Voz inconsciente que emociona,
mensaje cifrado en brazos de sol.
Es cierto,
casi puedo sentirlo
recorriendo mi cuerpo;
increíble,
se apodera incluso
de cada pensamiento.
Aunque no entiendo ¿por qué?
tengo sensaciones incompletas,
sentimientos como grandes
tornados;
deja de ser necesaria
la fuerza para dar un paso;
sin esfuerzo,
sencillo.
Todo cambió en segundos,
se llenó de luz y sombra,
de malo y bueno.
Sensacional,
ahora sigo siendo el mismo
que vuela y cae tan rápido
como la muerte,
pero con ese algo que llaman
VIDA...