lunes, 17 de octubre de 2016

17-10-2016

Pensamientos maniatados
a la duda martirizante
que percute fuerte
desde el vacío de estómago
hasta la cabeza amartillada
por cada latido
expulsado del pecho.

Alerta naranja,
toque de queda,
sudor de manos,
llanto seco,
suspiro infinito,
corazón inflamado,
muerte anunciada.

Suposición asesina
anclada a cada respiro,
a cada segundo,
a cada paso;
ciega de miedo,
impotente,
insaciable.

Queda abrazar el silencio,
arroparlo de esperanza.
Distraer la mirada
viendo sin ver
desaparecer el tiempo que falta.
Saciar la duda
junto a una taza de café que humea.