Soy de tiempo,
soy de distancia,
soy de veintinueve.
Soy de las ilusiones
que no me alcanza la vida
para contar.
Soy de la soledad
que siempre me acompaña
y no me deja estar solo.
Soy de pasado,
soy de presente,
soy de veintinueve.
Soy del camino
que me trajo a donde estoy
y me lleva a donde voy.
Soy de tropiezos,
de caídas también,
y claro, de levantarme.
Soy de futuros,
soy de imposibles,
soy de veintinueve.
Nadie es nadie,
todos somos nadie.
Un suspiro que vale la vida
olvidado dos veces antes
entre palabras arrebatadas;
una corazonada, guía, del siguiente
y del siguiente y el paso que le sigue.
Una mentira piadosa
disparándole al pasado
con la sola intención
de matar el presente.
Un grito combativo
que nada más estorba
o una sonrisa optimista
que alienta caminar.
Una libertad
aferrada a la esclavitud,
un pensamiento
con delirios de grandeza.
ese todo y nada
de cada amanecer.