martes, 8 de febrero de 2011

Desperté ahogado en un huérfano
grito orgásmico;
delirios de media noche,
poemas devotos al deseo.

De ti, solo tuve tu ausencia
acompañando el gemir
de mis manos delineando
los secretos de tu imagen.

Sabes que no estuviste
pero fuiste la única,
sabes de mi soledad
y aun así, huelo a ti.

Quizá memoricé la desnudez
de tu vientre para mí,
quizá fueron tus ropas
cayendo de mi memoria.

Tal vez, solo tal vez,
escapaste un instante de tu sueño
para dejar en el mío,
el sabor de tu cuerpo.

Sin embargo, desperté puntual
para la cita con el olvido
que me recetas cada día,
para encontrarte en el ayer.

¿Cómo explicarlo?
¿cómo entender
de tus besos abstemios
el placer de amarte?

No hay comentarios:

Publicar un comentario