lunes, 14 de febrero de 2011

Apenas logro distinguirlo,
se ha evaporado poco a poco,
consumiendo también parte de mí;
pero sigue allí,
motivando sobresaltos
al darme cuenta
que es tu silueta la que veo.

Sigue dejando mensajes esporádicos
clavados en mi pecho,
a veces robando mi atención eterna;
diciendo en algún esperanto
palabras que no dejo de escuchar
sin entender,
traduciendo quizá lo conveniente.

Al final, puedo asegurar:
eres tú...
eres tú la dueña del Te Amo
en mi alma, eres tú
a quién extrañan mis brazos;
eres tú, ayer y hoy,
ojalá mañana también.

Aunque te alíes con la distancia,
con el silencio y la indiferencia,
aunque no sean tus labios
quienes besen los míos,
aunque termine este jueves
y te pierdas con él,
espero sigas siendo tú.

Tono obsesivo, intimidante,
lanzamiento precoz y malintencionado,
de ímpetu negligente, egoísta,
abusivo y tan ofensivo como insulto.
Disculpa...
Ironía tal vez, pero quédate así
que esta vez me enamoré de tu ausencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario