sábado, 23 de julio de 2011

Puede ser,
que no sea necesario
velar día y noche
la partida de un sueño,
que no exista el final
de la ilusión pasajera;
que el hombre sea fantasía,
inmortal, real.

Puede que el día sea falso
en torno a lo que dicen las palabras
y que aparezca rodeado de silencio;
que la realidad se haga la importante
para privar lo que si existe,
para mutilar de brazos y piernas
la intención de la vida por vivir.

Puede ser,
una respuesta sencilla,
un compendio de balbuceos;
las estrellas y su galaxia,
el sol y sus ganas.

Puede que sea cambio,
un nuevo comienzo,
una anécdota sin pasado,
la ruta de evacuación,
el anexo del cielo.

Puede ser,
que esta vez pase de largo
y la siguiente abandone el intento
de ser llamada vez;
que la oportunidad falló el blanco,
confundida entre la mente y el espíritu.

Puede que sea eufonía
disgregada al viento,
como besos y abrazos sin dueño,
como caricias olvidadas;
que este principio de nadie,
sea el final de nada.

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