jueves, 26 de enero de 2012

24-1-12

Perdidos en la sobriedad del día
nos tratamos una sonrisa,
una compañía justa y necesaria,
quizá algunos reclamos de fábrica
y una que otra caricia agresiva
para mantenernos contentos, juntos.

Somos los dos de siempre,
sumergidos en la rutina
que nos hace distintos cada día
para ser iguales cada momento,
queriéndonos, amándonos,
desnudándonos los secretos.

Tengo lo tuyo, tienes lo mío,
que es lo mismo;
mi corazón en tus manos,
el tuyo en las mías,
nuestras almas en pleno vuelo,
yo en ti, tú en mí.

Perdidos nos vimos,
retando a nuestras soledades,
a cada una por aparte,
a cada una con su tiempo,
a cada una sin nosotros,
perdidos nos conocimos.

Perdidos en esa sobriedad
con la que nos embriagamos,
con la que nos somos uno al otro,
con la que nos pintamos
de sinceridad, de cordura,
de ese delirio que es amarnos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario