Hoy, me colocaste una sonrisa a través de una plática inesperada. Entre murmullos, fue un hasta pronto. A punto del silencio, resonaron caricias en palabras.

Hoy, mis pasos, aunque no lograron verte, sintieron tu tímido abrazo. Recorrieron la misma distancia, pero llegaron más lejos. Alcanzaron una anotación, que no te acerca, pero no te aleja.

Hoy, la desesperanza esta a un instante de marcharse, si las ansias aceptan quedar solitarias, si a las buenas intenciones no las detiene el eco de tu ausencia.

Hoy, el viento, llevó mi caminar a tus brazos, llevó gotas de esperanza justo a tu puerta, despertó un deseo enterrado con un suspiro, que pinto un luego.

Hoy dijimos lo mismo, pero fue diferente. La austeridad de momentos, quedó en punto muerto, por un tiempo. Se extendió un sentimiento que es solo nuestro.

Hoy, se fundieron ilusiones con los recuerdos en nuestros oídos, con la chispa mágica de una melodía al unísono, entonado por mi voz y tu encanto.

Hoy, el tiempo se negó a seguir su camino, solo para volver eterno en un segundo, el encuentro que nosotros dejamos escapar con la distancia.