jueves, 31 de marzo de 2016

30-03-2016

Tu muerte me visita a diario,
me recorre las lágrimas silentes,
me arrebata el sueño
haciendo de cada noche
eternidad.

Escribo de ese ayer
como que fuera hoy,
siendo esta 
la tercera vuelta al Sol
sin tu sonrisa abrazándome.

Sigo necesitando de vos,
de tu abrazo, de tu alegría,
de tu voz alentando mis pasos
y frenando mis desenfrenos,
necesitando de tu vida.

Sigo a la espera de esa promesa
que parece tan lejana,
tan incierta,
tan vacía por la carencia de fe
que me dejó tu partida.

Me inclino por celebrar la vida
tal vez cruel e injusta que te quitó de mi,
por celebrar los pasos 
que nos acompañamos mientras pudimos,
por recordarte presente, acá conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario