sin notarlo,
sin darte cuenta
que a tu paso
por mi mente,
también sonríes
y te quedas
el resto de la noche.
Me prendes en llamas
sin notarlo,
sin tan sólo percibir
que aún distante,
vienes,
vuelves a sonreír
y te quedas
el resto de la noche.
Me haces volar
sin notarlo,
sin siquiera sentir
que cada vez
que vienes,
yo también llego
y me quedo
el resto de la noche.
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