Me acompaño
de minutos fugitivos
que me plagan el sueño
con tu memoria,
para hacerte eterna
y encoger el tiempo
que intenta alejarte.
Te celebro con sonrisas
que me entristecen,
porque recuerdan
la alegría con que me amaste
y que ahora tengo
sólo para esperar
verte otra vez.
Y es que
te extraño
con cada instante,
con cada respiro,
cada paso
y cada latido
de mi vida
vacía de vos.
No volverás
por más que grite,
por más que llore,
por más que ruegue,
y no es justo...
No, no lo es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario