No importa cuanto tarde
el tiempo pesa, destruye,
mata, incluso a la esperanza
más grande.
Y el amor queda
para mantenernos vivos,
y tal vez más tarde
la esperanza vuelva a vivir.
Vuelva para llenar
ese gran agujero en el corazón
que se siente tras
ese profundo respiro.
Sin culpar al tiempo asesino,
cerrar los ojos y ver;
ver realmente la luz
con todos los sentidos.
Sin culpar al culpable:
gritar esperanza.
Sin dejarse vencer:
gritar esperanza.
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