viernes, 27 de diciembre de 2013

25-12-2013

No importa cuanto tarde
el tiempo pesa, destruye,
mata, incluso a la esperanza
más grande.

Y el amor queda
para mantenernos vivos,
y tal vez más tarde
la esperanza vuelva a vivir.

Vuelva para llenar
ese gran agujero en el corazón
que se siente tras
ese profundo respiro.

Sin culpar al tiempo asesino,
cerrar los ojos y ver;
ver realmente la luz
con todos los sentidos.

Sin culpar al culpable:
gritar esperanza.
Sin dejarse vencer:
gritar esperanza.

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