27-09-2012

Te dijeron: no es posible, no te arriesgues,
son cuentos de hadas, puras fantasías;
te enseñaron que era imposible volar sin alas,
amarrándote a la tierra solo con palabras.

Te taparon los ojos con vendas de hierro,
ajustándolas hasta cegarte la mirada;
llenaron tu boca con verdades a medias
pretendiendo que fueran tu predica eterna.

Una vez y mil más, apiñaron "experiencias",
"testimonios" y "relatos" en tu mente;
colmaron tus ideas con andrajos teóricos,
con alardes falaces de razón y lógica.

Programaron tus pasos de inicio a fin,
trazaron los caminos transitables,
las rutas correctas, para alejarte,
vedarte, de la ruta que llega al cielo.

Te dijeron: no lo hagas, no tiene sentido,
solo perderás tiempo, es en vano;
te enseñaron a caminar sin avanzar,
negando la libertad de tus pasos.

Te pusieron esposas de oro en las manos,
apretándolas hasta inmovilizar tus ademanes;
saturaron tus pensamientos con supuestos
obligándote a creer que son los pasos a seguir.

Sin cuenta las veces que te pusieron 
mentiras por verdades para memorizar
y dejaron grabadas en tus palabras 
un discurso sin vida para vivir.

Sometieron tu libertad
haciéndote creer que te pertenece,
recrearon tus ideales
dejándote creer que son tuyos.