Justo cuando el pensamiento se detiene,
me deleito con un instante incoherente,
perdido entre tus brazos,
sujeto a tu sonrisa.
Luna fría y distante
que me acoges en tu brillo
mientras los pensamientos
danzan con el son del recuerdo.
Inalcanzable te portas para mis brazos,
pero siempre estás conmigo
y tu frío y distancia evaporan la soledad
que a veces, la noche me regala.
Justo cuando el corazón late con fuerza,
la abstinencia de emociones desaparece,
tomado de tus manos,
reflejado en tu mirada.
Luna fría y distante,
llamaste a mi nombre,
en cuanto las ilusiones
esbozaron realidades.
Indomable es lo que me provocas,
aun así, solo puedo verte;
te cambio el nombre y te acercas,
te lanzo un beso y el frío desaparece.
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