domingo, 20 de marzo de 2011

Puesta de sol, ocaso,
tal vez por el dejo de nostalgia,
por la melancolía latente quizá...

Pero no lo es,
no es ese momento de día
para despedirse,
ni aquel gemido agónico
del adiós.

Puede ser que la tristeza
quiera hacerse notar en mi voz
para llenarme de ti mujer,
mi dama ausente.

Parece un sencillo final
y tanto esperarlo lo puso
en el cielo del alma.

Pero no se va,
no aun,
no mientras aparente agonía,
no aun,
no mientras me deba idilio.

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