jueves, 17 de diciembre de 2009

Que fácil me pones en un recuerdo, cuando la tormenta pasó, cuando la lluvia se convierte en brisa y el viento solo acaricia con la mirada, el pasado.

¿Cuánto hace que el cielo brilla sin prejuicios? ¿Cuánto hace que las nubes ceden el paso a los destellos de una sonrisa reconciliadora?

Es tan sencillo colocarme detrás de una excusa, cuando tus alas aun siguen mojadas, cuando el sol no se anima a cruzar tu mirada.

Las preguntas continúan germinando, mientras la infertilidad de tu ausencia, no permite que las respuestas decoren el jardín de la duda.

Sin complicaciones me acomodas en el baúl del olvido, cuando un arco iris pasajero se roba tu atención, cuando vuelan las promesas de temporada.

¿Hasta cuando seguirá el eco del estruendoso ayer? ¿Hasta cuando se escuchara dentro de tu silencio, el estallido del trueno que te aleja?

Muy fácil se olvida un amor, cuando un sencillo testimonio falaz, reduce las complicaciones para alcanzar un sueño, cuando simplemente, te vas.

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