sábado, 23 de mayo de 2009

Me rasgaste el alma ignorando mi esencia, valorando mi error como creador del odio. Prometiste sanarla con caricias desde mi interior, besando y abrazando mi confianza, pero estallaste en reproches, en culpa y desprecio.

Mi sangre y mis lágrimas recorrieron paso a paso de principio a fin la calle empedrada del olvido, mis pensamientos te acompañaron a donde quiera que fueras mientras inventabas excusas para dejarme atrás. Mis abrazos buscaron refugio en las letras y las caricias encontraron respuesta en mi guitarra que con su sonido intentaba crear el beso que siempre ha sido tuyo.

Nunca empezó, nunca pasó, nunca terminó, el tiempo solo acompañó al fulano que soy viendo la aventura de un Don Nadie que creyó adueñarse de lo que nadie es dueño. El pasado retumba, el presente resiste y el futuro, el futuro, dime como haremos el futuro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario