miércoles, 15 de octubre de 2008

Porque insistir en convertir en capricho al amor. Limitando por completo todas las aspiraciones, todas las intenciones.

Porque insistir en manufacturar los sentimientos, cuando estos son libres de todo prejuicio.

Porque insistir en encarcelar las emociones en un recuerdo, si cuando aparecen vibra el universo entero.

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